Este blog propone un proceso de cambio paulatino. Si es tu primera vez, lee la entrada del 31/8 y luego sigue la cronología. Las entradas correlativas irán dando pistas para conseguir el objetivo que nos proponemos: liberarnos de una vez por todas de la necesidad irracional de comer que nos lleva a tener un cuerpo que no nos proporciona la felicidad que nos merecemos.
¡Desde luego que tiene sentido hacerlo!
Da la sensación de que con todos los
acontecimientos que nos rodean en el mundo, no resulta del todo serio ocupar
nuestro tiempo en hacer este ejercicio sencillo que puede de una vez por todas
cambiar nuestra forma de relacionarnos con nuestras emociones a través de la comida. Sin embargo, quienes os
sentís identificados conmigo, sabéis de buena tinta que esa tontería de dejarnos
dominar por la urgencia de recurrir a la comida, la bebida, el cigarrillo u
otras substancias para ahogar la pena, el miedo, la soledad o la sensación
negativa de nuestra elección, verdadera impulsora del ocholoco, resulta
destructiva en otros ámbitos de nuestra vida.